24/05/2013 8:09:15
Jorge Toro afirmó que no existe "ningún cargo serio que se me haga" y advirtió que detrás de la protesta hay personas que no serían alumnos. La ocupación que durará al menos una semana más fue calificada como un "acto violento" por el académico.
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El rector del Instituto Nacional, Jorge Toro, aseguró que no renunciará a su cargo y acusó destrozos de los estudiantes que ayer confirmaron que la toma que iniciaron el miércoles se extenderá una semana más. Los estudiantes aprobaron la ocupación del emblemático establecimiento en demanda de mejoras en el plan de estudio y la salida del académico. "No hay ningún cargo serio que se me haga. Terminan diciendo que no tengo empatía. Aquí hay un movimiento y no tenemos claro quién está detrás de esto", manifestó ayer. Sobre los supuestos destrozios dijo que "estábamos reunidos en el consejo escolar y llegó la inspectora general, que tiene más de 30 años en el colegio, llorando porque le habían hecho pedazos su oficina, roto agendas y fotos personales". Finalmente criticó la toma de los estudiantes: "Son actos violentos que no solucionan ningún problema. Creemos que la violencia no puede ser la manera de resolver nuestros conflictos".
Jorge Toro afirmó que no existe "ningún cargo serio que se me haga" y advirtió que detrás de la protesta hay personas que no serían alumnos. La ocupación que durará al menos una semana más fue calificada como un "acto violento" por el académico.

El rector del Instituto Nacional, Jorge Toro, aseguró que no renunciará a su cargo y acusó destrozos de los estudiantes que ayer confirmaron que la toma que iniciaron el miércoles se extenderá una semana más. Los estudiantes aprobaron la ocupación del emblemático establecimiento en demanda de mejoras en el plan de estudio y la salida del académico. "No hay ningún cargo serio que se me haga. Terminan diciendo que no tengo empatía. Aquí hay un movimiento y no tenemos claro quién está detrás de esto", manifestó ayer. Sobre los supuestos destrozios dijo que "estábamos reunidos en el consejo escolar y llegó la inspectora general, que tiene más de 30 años en el colegio, llorando porque le habían hecho pedazos su oficina, roto agendas y fotos personales". Finalmente criticó la toma de los estudiantes: "Son actos violentos que no solucionan ningún problema. Creemos que la violencia no puede ser la manera de resolver nuestros conflictos".