15/07/2013 9:59:00
Por un litigio familiar Rosa Hidalgo Cabezas tenía que dejar la vivienda ubicada en San Bernardo. Con los $22 millones se comprará un nuevo inmueble en la misma comuna, que dejará como herencia a sus hijos “para que no pasen por lo que tuve que pasar”.
![Foto Nota]()
Por un litigio familiar Rosa Aurelia Hidalgo Cabezas, de 64 años, debía abandonar la vivienda donde creció, ubicada en San Bernardo. Pero por cosas del destino la mujer se ganó una casa en el sorteo 1.535 del Kino. Sin embargo, su historia casi no tuvo un final feliz, ya que Hidalgo había botado el cartón ganador. Contó que un día fue al supermercado Tottus de la comuna y pasó a la agencia de juegos del recinto, observó la lista de ganadores y vio su nombre. "Luego me puse ansiosa e inquieta y le pregunté al dueño qué tenía que hacer. Él hizo una llamada para confirmar el premio y después me miró y me dijo la casa es suya". Al llegar a las oficinas de Lotería le preguntaron por el boleto. "Les dije que no lo tenía porque lo había tirado y me quedaron mirando. Hasta aquí llegué, pensé, se terminó todo. La cara se me cayó hasta el piso y me quería morir". Lo bueno es que Rosa había comprado el ticket con su número de RUT y tenía una tarjeta virtual, de modo que pudo recibir el dinero equivalente a la vivienda, 1.000 UF ($22 millones). Ahora comprarán una casa, la que dejará como herencia a sus hijos "para que no pasen por lo que tuve que pasar yo".
Por un litigio familiar Rosa Hidalgo Cabezas tenía que dejar la vivienda ubicada en San Bernardo. Con los $22 millones se comprará un nuevo inmueble en la misma comuna, que dejará como herencia a sus hijos “para que no pasen por lo que tuve que pasar”.
Por un litigio familiar Rosa Aurelia Hidalgo Cabezas, de 64 años, debía abandonar la vivienda donde creció, ubicada en San Bernardo. Pero por cosas del destino la mujer se ganó una casa en el sorteo 1.535 del Kino. Sin embargo, su historia casi no tuvo un final feliz, ya que Hidalgo había botado el cartón ganador. Contó que un día fue al supermercado Tottus de la comuna y pasó a la agencia de juegos del recinto, observó la lista de ganadores y vio su nombre. "Luego me puse ansiosa e inquieta y le pregunté al dueño qué tenía que hacer. Él hizo una llamada para confirmar el premio y después me miró y me dijo la casa es suya". Al llegar a las oficinas de Lotería le preguntaron por el boleto. "Les dije que no lo tenía porque lo había tirado y me quedaron mirando. Hasta aquí llegué, pensé, se terminó todo. La cara se me cayó hasta el piso y me quería morir". Lo bueno es que Rosa había comprado el ticket con su número de RUT y tenía una tarjeta virtual, de modo que pudo recibir el dinero equivalente a la vivienda, 1.000 UF ($22 millones). Ahora comprarán una casa, la que dejará como herencia a sus hijos "para que no pasen por lo que tuve que pasar yo".