06/03/2014 9:49:00
Un reciente estudio demuestra que las niñas que juegan con la muñeca pierden el interés en una carrera académica.
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Es sabido que la Barbie, la muñeca del siglo XX, ha sido acusada de reducir a las mujeres a estereotipos. Por eso, Mattel, la compañía de Barbie, desde siempre ha creado una serie de Barbies para que funcionaran como inspiración antes que como el supuesto grillete: Barbie astronauta, Barbie maestra, Barbie ingeniera de computación. Pero, ¡oh sorpresa!, parece que las Barbies “académicas” no generan el efecto deseado. Peor aún, generan el efecto contrario. Nuevas investigaciones han demostrado que después de cinco minutos jugando con alguna Barbie “profesional” las niñas estudiadas mostraban un notable desinterés en sus aspiraciones por tener una carrera cuando adultas. No importaba cual fuera la Barbie en cuestión: sea una Barbie “fiesta en Año Nuevo” o una Barbie “E.R. Emergencias” la misma conducta se daba en todos los casos. Así lo aseguro Aurora Sherman, de la Universidad Estatal de Oregón: “Quizás la Barbie pueda ser ‘Cualquier cosa que quiera’, como reza su slogan publicitario en Estados Unidos, pero las niñas que juegan con ella puede no apliquen tal ideal a sí mismas. Hay algo de las características de la muñeca, no de las niñas que la usan, que interfiere con sus aspiraciones por una carrera”. Muchos se han burlado del estudio estableciendo que no es ninguna novedad que las niñas no se relacionen con los ideales de su muñeca perfecta de plástico. ¿Obviedad o real reflexión sobre la rubia del siglo pasado y su nefasta influencia?
Un reciente estudio demuestra que las niñas que juegan con la muñeca pierden el interés en una carrera académica.

Es sabido que la Barbie, la muñeca del siglo XX, ha sido acusada de reducir a las mujeres a estereotipos. Por eso, Mattel, la compañía de Barbie, desde siempre ha creado una serie de Barbies para que funcionaran como inspiración antes que como el supuesto grillete: Barbie astronauta, Barbie maestra, Barbie ingeniera de computación. Pero, ¡oh sorpresa!, parece que las Barbies “académicas” no generan el efecto deseado. Peor aún, generan el efecto contrario. Nuevas investigaciones han demostrado que después de cinco minutos jugando con alguna Barbie “profesional” las niñas estudiadas mostraban un notable desinterés en sus aspiraciones por tener una carrera cuando adultas. No importaba cual fuera la Barbie en cuestión: sea una Barbie “fiesta en Año Nuevo” o una Barbie “E.R. Emergencias” la misma conducta se daba en todos los casos. Así lo aseguro Aurora Sherman, de la Universidad Estatal de Oregón: “Quizás la Barbie pueda ser ‘Cualquier cosa que quiera’, como reza su slogan publicitario en Estados Unidos, pero las niñas que juegan con ella puede no apliquen tal ideal a sí mismas. Hay algo de las características de la muñeca, no de las niñas que la usan, que interfiere con sus aspiraciones por una carrera”. Muchos se han burlado del estudio estableciendo que no es ninguna novedad que las niñas no se relacionen con los ideales de su muñeca perfecta de plástico. ¿Obviedad o real reflexión sobre la rubia del siglo pasado y su nefasta influencia?