13/05/2014 13:19:21
Francisco "Papas Fritas" Tapia fue a la casa central en Reñaca de ese plantel y sigilosamente fue sacando los pagarés. Los quemó, confesó y ahora expone las cenizas de los documentos en el GAM.
El año pasado, al artista visual Francisco "Papas Fritas" Tapia, lo tenía preocupado la situación de los estudiantes de la Universidad del Mar. Por eso, comenzó a visitar la casa central de ese plantel en Reñaca y tras dos meses, consiguió dar con los pagarés de los alumnos, los que calculó que correspondían a US$ 500 millones en deudas. Demoró 10 meses en sacarlos a escondidas de los estudiantes en toma, y en su departamento de Santiago los leyó. "Comencé a indagar en la vida de cada uno de esos jóvenes amarrados en periodos tan largos como la de sus cortas vidas. Y cada noche, como un ritual, quemé los documentos en que constaba la deuda de ese muchacho que durante el día investigaba, para saber sus sueños rotos, de la vida miserable que se le forzó a vivir. Cada noche un manojo de deudas, de un alumno", dice en una carta (leer arriba) que ayer le mandó al séptimo tribunal de garantía de Santiago para autodenunciarse del hurto de los documentos. Ahora está exponiendo las cenizas de esos papeles y algunos objetos de la Universidad en el GAM, en una exposición llamada “Ad Augusta per Angusta", que era el lema del plantel. Pero también está expectante, pues en su carta de autodenuncia termina escribiendo: "A su señoría pido solemne y respetuosamente que tenga por presentada esta autodenuncia y conduzca al Ministerio Público estos antecedentes para que ellos apliquen sobre mí todo el peso de la ley, el cual estoy dispuesto a soportar con la frente en alto, orgulloso de haber hecho algo que esas mismas autoridades deberían haber hecho hace tiempo". En el video que envió a radio Villa Francia, se explicó emocionado: "Se acabó, ustedes no tienen ningún peso que pagar (...) ¡si todos tuviéramos la capacidad de seguir haciendo cosas por amor, por solidaridad! Nos vamos a encontrar de nuevo, pero tenemos que perder el miedo, el miedo a lo criminal (...) os abrazo enternamente, y con mucha fuerza y con mucho amor. Esto es un poquito que pude darles desde mi corazón a ustedes porque lo sentí, porque yo soy igual que ustedes, porque me tocó vivir también una mierda de vida y la sigo viviendo a diario".
Francisco "Papas Fritas" Tapia fue a la casa central en Reñaca de ese plantel y sigilosamente fue sacando los pagarés. Los quemó, confesó y ahora expone las cenizas de los documentos en el GAM.
El año pasado, al artista visual Francisco "Papas Fritas" Tapia, lo tenía preocupado la situación de los estudiantes de la Universidad del Mar. Por eso, comenzó a visitar la casa central de ese plantel en Reñaca y tras dos meses, consiguió dar con los pagarés de los alumnos, los que calculó que correspondían a US$ 500 millones en deudas. Demoró 10 meses en sacarlos a escondidas de los estudiantes en toma, y en su departamento de Santiago los leyó. "Comencé a indagar en la vida de cada uno de esos jóvenes amarrados en periodos tan largos como la de sus cortas vidas. Y cada noche, como un ritual, quemé los documentos en que constaba la deuda de ese muchacho que durante el día investigaba, para saber sus sueños rotos, de la vida miserable que se le forzó a vivir. Cada noche un manojo de deudas, de un alumno", dice en una carta (leer arriba) que ayer le mandó al séptimo tribunal de garantía de Santiago para autodenunciarse del hurto de los documentos. Ahora está exponiendo las cenizas de esos papeles y algunos objetos de la Universidad en el GAM, en una exposición llamada “Ad Augusta per Angusta", que era el lema del plantel. Pero también está expectante, pues en su carta de autodenuncia termina escribiendo: "A su señoría pido solemne y respetuosamente que tenga por presentada esta autodenuncia y conduzca al Ministerio Público estos antecedentes para que ellos apliquen sobre mí todo el peso de la ley, el cual estoy dispuesto a soportar con la frente en alto, orgulloso de haber hecho algo que esas mismas autoridades deberían haber hecho hace tiempo". En el video que envió a radio Villa Francia, se explicó emocionado: "Se acabó, ustedes no tienen ningún peso que pagar (...) ¡si todos tuviéramos la capacidad de seguir haciendo cosas por amor, por solidaridad! Nos vamos a encontrar de nuevo, pero tenemos que perder el miedo, el miedo a lo criminal (...) os abrazo enternamente, y con mucha fuerza y con mucho amor. Esto es un poquito que pude darles desde mi corazón a ustedes porque lo sentí, porque yo soy igual que ustedes, porque me tocó vivir también una mierda de vida y la sigo viviendo a diario".