18/05/2014 10:41:31
En una carta a El Mercurio, el sacerdote dio pie atrás en su intención de no ayudar, lo que llevó a los afectados a crear una página web para buscar a sus hijos y padres. "Espero que se conozca la verdad", escribió.
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Tras las críticas por su labor en las adopciones irregulares, el cura Gerardo Joannon Rivera SS.CC pidió perdón y dijo que colaborará para esclarecer el destino de aquellos recién nacidos que fueron entregados sin el consentimiento de sus padres o madres, sólo por decisión de las familias de éstos, en algunos casos. En una carta a El Mercurio, el religioso dio pie atrás en su intención de no colaborar, lo que llevó a los afectados a crear una página web para buscar a sus hijos y padres, y llevó al Sename a pedir un fiscal exclusivo. "El sufrimiento en que se encuentran algunas personas es algo que me golpea y solidarizo profundamente con ellas. Pido perdón si algunas de mis acciones generaron y siguen generando dolor durante tantos años a los afectados", se lee en la misiva publicada hoy en la sección "Opinión" (A2). Y añade: "Me hago parte del accionar de mis hermanos de la Congregación, y colaboraré para que las instancias que corresponden -sean organismos eclesiásticos o judiciales- se puedan esclarecer los hechos". "Espero que se conozca la verdad para que todos podamos encontrar la paz que buscamos", cierra la carta de siete párrafos.
En una carta a El Mercurio, el sacerdote dio pie atrás en su intención de no ayudar, lo que llevó a los afectados a crear una página web para buscar a sus hijos y padres. "Espero que se conozca la verdad", escribió.
Tras las críticas por su labor en las adopciones irregulares, el cura Gerardo Joannon Rivera SS.CC pidió perdón y dijo que colaborará para esclarecer el destino de aquellos recién nacidos que fueron entregados sin el consentimiento de sus padres o madres, sólo por decisión de las familias de éstos, en algunos casos. En una carta a El Mercurio, el religioso dio pie atrás en su intención de no colaborar, lo que llevó a los afectados a crear una página web para buscar a sus hijos y padres, y llevó al Sename a pedir un fiscal exclusivo. "El sufrimiento en que se encuentran algunas personas es algo que me golpea y solidarizo profundamente con ellas. Pido perdón si algunas de mis acciones generaron y siguen generando dolor durante tantos años a los afectados", se lee en la misiva publicada hoy en la sección "Opinión" (A2). Y añade: "Me hago parte del accionar de mis hermanos de la Congregación, y colaboraré para que las instancias que corresponden -sean organismos eclesiásticos o judiciales- se puedan esclarecer los hechos". "Espero que se conozca la verdad para que todos podamos encontrar la paz que buscamos", cierra la carta de siete párrafos.