05/06/2014 9:16:09
VideoS conmovedorES sÍ los hay: un felino con dos patas amputadas que aprende a caminar otra vez y se tropieza en una maldita escalera.
Ay, Botas (o Boots, tal su nombre en inglés) te queremos mucho. Muchísimo. Botas, para quienes no lo saben, es una adorable gatita que posee dos patitas menos gracias a que le fueron amputadas. Maldita sea. Suena cruel, pero Botas estaba a dos segundos de la eutanasia, así que bien por Botas y las patas restantes. Pero ahora Botas debe aprender a caminar otra vez. Y lo hace con la ayuda de unos artefactos especialmente diseñados para ella: “los deslizadores caseros” (o “pantuflas gatunas”). Pero lo que creemos puede hacernos llorar, nos hace reír: la caída de Botas cuando intenta bajar las escaleras por primera vez otra vez es muy divertida y linda. Por supuesto que la caída de Botas no genera daño alguno, y menos a ella, que como todo gatito eventualmente aterriza sobre sus patitas, incluso aunque sean dos. Lo mejor de la caída es que demuestra, en su recuperación, lo bien que funcionan y cómo Botas anda como si nada a las apuradas. Y hasta se nota la vergüenza que le da su caída. Te amamos, Botas.
VideoS conmovedorES sÍ los hay: un felino con dos patas amputadas que aprende a caminar otra vez y se tropieza en una maldita escalera.
Ay, Botas (o Boots, tal su nombre en inglés) te queremos mucho. Muchísimo. Botas, para quienes no lo saben, es una adorable gatita que posee dos patitas menos gracias a que le fueron amputadas. Maldita sea. Suena cruel, pero Botas estaba a dos segundos de la eutanasia, así que bien por Botas y las patas restantes. Pero ahora Botas debe aprender a caminar otra vez. Y lo hace con la ayuda de unos artefactos especialmente diseñados para ella: “los deslizadores caseros” (o “pantuflas gatunas”). Pero lo que creemos puede hacernos llorar, nos hace reír: la caída de Botas cuando intenta bajar las escaleras por primera vez otra vez es muy divertida y linda. Por supuesto que la caída de Botas no genera daño alguno, y menos a ella, que como todo gatito eventualmente aterriza sobre sus patitas, incluso aunque sean dos. Lo mejor de la caída es que demuestra, en su recuperación, lo bien que funcionan y cómo Botas anda como si nada a las apuradas. Y hasta se nota la vergüenza que le da su caída. Te amamos, Botas.