08/01/2013 23:45:00
Según Hernán Larraín, presidente de la instancia legislativa, “creemos muy importante, en un tema de esta complejidad que toma aspectos valóricos y sensibles en el país, oír a todo el mundo”.
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Una nueva cita se realizó hoy en el Congreso para legislar sobre el proyecto de acuerdo en pareja que votará la Comisión de Constitución en los próximos días. En la sesión pudieron participar representantes de la iglesia Católica y Evangélica, de la Fundación Iguales, Acción Familia y el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH). Según Hernán Larraín, presidente de la instancia legislativa, “creemos muy importante, en un tema de esta complejidad que toma aspectos valóricos y sensibles en el país, oír a todo el mundo y en ese ámbito creemos que la opinión no solo de las organizaciones de la sociedad civil, grupos de distinta naturaleza que tienen una postura muy concreta a favor o en contra de estas opiniones, como las iglesias, deben ser escuchadas y por eso hemos invitado a exponer a la iglesia Católica como a las Evangélicas de manera que puedan dar a conocer sus puntos de vista con los fundamentos que tienen”. En la ocasión, donde algunos participantes se opusieron a escuchar los puntos de vistas de la iglesia Católica, el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, señaló que “se está tratando de imponer una visión de las cosas que excluya toda la trascendencia. Estamos en el mundo de la inmanencia. Cada uno hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere”. Además agregó que el proyecto no es más que “una estrategia para llegar al matrimonio homosexual. Esa es la experiencia de todos los países europeos, con excepción de Italia; de todos los países de centro Europa que primero han usado los pactos civiles y después llegan al matrimonio homosexual. ¿Qué significa eso?, una serie de consecuencias para el futuro de una nación, por de pronto consecuencias del ámbito social, económico, demográfico”. Frente a esto, el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, mostró su molestia por las declaraciones e invitación a formar parte de está mesa a representantes de las iglesias. Según Jiménez, “en un Estado laico, de derecho democrático, es inaceptable que se traiga a sede legislativa las opiniones de las confesiones religiosas... Aquí no tienen ninguna vinculación concreta las iglesias con lo que se está discutiendo respecto de uniones civiles. Ni una sola, porque no se toca ninguna atribución de las iglesias, no se toca ningún ámbito de trabajo o de acción de las iglesias por lo tanto nos parece inaceptable”. En tanto, la senadora Soledad Alvear, integrante de la comisión, señaló que tienen el derecho y obligación de escuchar las diversas opiniones. “Sería muy poco democrático que excluyéramos a personas que desean entregar su opinión en el Senado. Nunca hemos negado, cuando una persona desea participar, el que esta persona sea escuchada. Creo que es parte de una democracia y si así no fuere el Parlamento no estaría cumpliendo su labor”.
Según Hernán Larraín, presidente de la instancia legislativa, “creemos muy importante, en un tema de esta complejidad que toma aspectos valóricos y sensibles en el país, oír a todo el mundo”.

Una nueva cita se realizó hoy en el Congreso para legislar sobre el proyecto de acuerdo en pareja que votará la Comisión de Constitución en los próximos días. En la sesión pudieron participar representantes de la iglesia Católica y Evangélica, de la Fundación Iguales, Acción Familia y el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH). Según Hernán Larraín, presidente de la instancia legislativa, “creemos muy importante, en un tema de esta complejidad que toma aspectos valóricos y sensibles en el país, oír a todo el mundo y en ese ámbito creemos que la opinión no solo de las organizaciones de la sociedad civil, grupos de distinta naturaleza que tienen una postura muy concreta a favor o en contra de estas opiniones, como las iglesias, deben ser escuchadas y por eso hemos invitado a exponer a la iglesia Católica como a las Evangélicas de manera que puedan dar a conocer sus puntos de vista con los fundamentos que tienen”. En la ocasión, donde algunos participantes se opusieron a escuchar los puntos de vistas de la iglesia Católica, el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, señaló que “se está tratando de imponer una visión de las cosas que excluya toda la trascendencia. Estamos en el mundo de la inmanencia. Cada uno hace lo que quiere, como quiere y cuando quiere”. Además agregó que el proyecto no es más que “una estrategia para llegar al matrimonio homosexual. Esa es la experiencia de todos los países europeos, con excepción de Italia; de todos los países de centro Europa que primero han usado los pactos civiles y después llegan al matrimonio homosexual. ¿Qué significa eso?, una serie de consecuencias para el futuro de una nación, por de pronto consecuencias del ámbito social, económico, demográfico”. Frente a esto, el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, mostró su molestia por las declaraciones e invitación a formar parte de está mesa a representantes de las iglesias. Según Jiménez, “en un Estado laico, de derecho democrático, es inaceptable que se traiga a sede legislativa las opiniones de las confesiones religiosas... Aquí no tienen ninguna vinculación concreta las iglesias con lo que se está discutiendo respecto de uniones civiles. Ni una sola, porque no se toca ninguna atribución de las iglesias, no se toca ningún ámbito de trabajo o de acción de las iglesias por lo tanto nos parece inaceptable”. En tanto, la senadora Soledad Alvear, integrante de la comisión, señaló que tienen el derecho y obligación de escuchar las diversas opiniones. “Sería muy poco democrático que excluyéramos a personas que desean entregar su opinión en el Senado. Nunca hemos negado, cuando una persona desea participar, el que esta persona sea escuchada. Creo que es parte de una democracia y si así no fuere el Parlamento no estaría cumpliendo su labor”.