02/09/2014 18:46:02
Se trata de una distribuidora que vendía productos, en su mayoría vencidos y podridos, en las carnicerías y las ferias libres de la comuna.
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Más de 10 toneladas de carne en mal estado decomisó hoy el Seremi de Salud de la Región Metropolitana, Carlos Aranda, esto tras la fiscalización de una distribuidora ubicada en la calle Miguel Ángel, en la comuna de La Pintana. La Autoridad Sanitaria constataron las malas condiciones de almacenamiento y deficientes prácticas sanitarias en las instalaciones de la distribuidora. Estos factores transformaron a la carne en un producto inadecuado para el consumo humano. "La mayoría de estos productos estaban vencidos y podridos. Eran almacenados en una cámara con precarias condiciones, llenas de vectores (insectos) y, además, las cajas de productos vencidos eran apiladas junto a carne en buen estado", expresó Aranda. Entre las infracciones al reglamento sanitario que obligaron al decomiso de la carne se cuentan el mal aseo del piso; la presencia de manipuladores sin la ropa adecuada; y la preparación de longanizas, prietas y queso de cabeza sin el permiso para aquello, entre otras observaciones. Los productos de vacuno, pollo y cerdo estaban destinados para su venta a las carnicerías y ferias libres de la comuna del sur de Santiago.
Se trata de una distribuidora que vendía productos, en su mayoría vencidos y podridos, en las carnicerías y las ferias libres de la comuna.

Más de 10 toneladas de carne en mal estado decomisó hoy el Seremi de Salud de la Región Metropolitana, Carlos Aranda, esto tras la fiscalización de una distribuidora ubicada en la calle Miguel Ángel, en la comuna de La Pintana. La Autoridad Sanitaria constataron las malas condiciones de almacenamiento y deficientes prácticas sanitarias en las instalaciones de la distribuidora. Estos factores transformaron a la carne en un producto inadecuado para el consumo humano. "La mayoría de estos productos estaban vencidos y podridos. Eran almacenados en una cámara con precarias condiciones, llenas de vectores (insectos) y, además, las cajas de productos vencidos eran apiladas junto a carne en buen estado", expresó Aranda. Entre las infracciones al reglamento sanitario que obligaron al decomiso de la carne se cuentan el mal aseo del piso; la presencia de manipuladores sin la ropa adecuada; y la preparación de longanizas, prietas y queso de cabeza sin el permiso para aquello, entre otras observaciones. Los productos de vacuno, pollo y cerdo estaban destinados para su venta a las carnicerías y ferias libres de la comuna del sur de Santiago.