28/02/2013 15:07:00
La Sociedad Chilena de Nefrología informó que esta enfermedad consume un 20% del presupuesto destinado a las patologías Auge, el cual que recae en menos de 20 mil pacientes.
Más de 500 millones de personas en todo el mundo, es decir el 10% de la población adulta, tiene alguna forma de daño renal, y cada año millones de personas mueren prematuramente por enfermedades cardiovasculares vinculadas a la Enfermedad Renal Crónica. En Chile, la Enfermedad Renal Terminal consume un quinto (20%) del presupuesto destinado a las patologías del Auge 2012, es decir $118. 211.731, según datos entregados por la Sociedad Chilena de Nefrología, lo cual recae en menos de 20 mil pacientes. A esto se suma que para el año 2013 se destinó $33.796 millones adicionales para el crecimiento inercial de Auge, en las 69 patologías vigentes, debido al aumento de la población de Fonasa y los convenios de diálisis y Bono Auge. Las principales causas de esta enfermedad en Chile son la Diabetes Mellitus I y II (30.4%) Hipertensión Arterial (11.4%) y Glomérulo Nefritis Crónica (10.2%), permaneciendo un 24.4% con etiología desconocida. El número de pacientes en tratamiento de diálisis ha ido en aumento: en 1990 se encontraban en esta situación 1,145 personas y para el 2012 ya había 17.004 pacientes. Actualmente, más de 1.5 millones de personas en el mundo padecen Insuficiencia Renal Crónica, las cuales se mantienen vivas ya sea a través de trasplante o diálisis. En Chile, más de 20 mil personas (al 2012) se encuentran en tratamiento sustitutivo renal; en diálisis cerca de 18 mil y 6 mil han recibido trasplante. Se estima que esta cifra crecerá al menos un 50% en los próximos 10 años debido al envejecimiento de la población, el aumento de la diabetes tipo 2, la obesidad; y poco control de la hipertensión arterial. Las principales causas de Enfermedades Renales Crónicas son la diabetes y la hipertensión arterial; que también son las causas más comunes de enfermedades cardiovasculares (ECV) Las personas con ERC tiene 10 veces más riesgo que los individuos sanos a morir en un ataque al corazón o de un accidente vascular cerebral. La pérdida progresiva de la función renal conduce finalmente a insuficiencia renal terminal. Para que una persona con IRC pueda sobrevivir debe someterse a un trasplante de riñón o mantenerse con diálisis, ya sea Hemodiálisis o Diálisis Peritoneal. Tanto la Hemodiálisis como la Peritoneodiálisis forman parte del conjunto de prestaciones que se realizan en el contexto de la patología GES Insuficiencia Renal Crónica Terminal. El tratamiento se otorga a todos los pacientes con confirmación diagnóstica, quienes, además de las garantías de acceso, oportunidad y calidad, son sujetos de la garantía de protección financiera.
La Sociedad Chilena de Nefrología informó que esta enfermedad consume un 20% del presupuesto destinado a las patologías Auge, el cual que recae en menos de 20 mil pacientes.
Más de 500 millones de personas en todo el mundo, es decir el 10% de la población adulta, tiene alguna forma de daño renal, y cada año millones de personas mueren prematuramente por enfermedades cardiovasculares vinculadas a la Enfermedad Renal Crónica. En Chile, la Enfermedad Renal Terminal consume un quinto (20%) del presupuesto destinado a las patologías del Auge 2012, es decir $118. 211.731, según datos entregados por la Sociedad Chilena de Nefrología, lo cual recae en menos de 20 mil pacientes. A esto se suma que para el año 2013 se destinó $33.796 millones adicionales para el crecimiento inercial de Auge, en las 69 patologías vigentes, debido al aumento de la población de Fonasa y los convenios de diálisis y Bono Auge. Las principales causas de esta enfermedad en Chile son la Diabetes Mellitus I y II (30.4%) Hipertensión Arterial (11.4%) y Glomérulo Nefritis Crónica (10.2%), permaneciendo un 24.4% con etiología desconocida. El número de pacientes en tratamiento de diálisis ha ido en aumento: en 1990 se encontraban en esta situación 1,145 personas y para el 2012 ya había 17.004 pacientes. Actualmente, más de 1.5 millones de personas en el mundo padecen Insuficiencia Renal Crónica, las cuales se mantienen vivas ya sea a través de trasplante o diálisis. En Chile, más de 20 mil personas (al 2012) se encuentran en tratamiento sustitutivo renal; en diálisis cerca de 18 mil y 6 mil han recibido trasplante. Se estima que esta cifra crecerá al menos un 50% en los próximos 10 años debido al envejecimiento de la población, el aumento de la diabetes tipo 2, la obesidad; y poco control de la hipertensión arterial. Las principales causas de Enfermedades Renales Crónicas son la diabetes y la hipertensión arterial; que también son las causas más comunes de enfermedades cardiovasculares (ECV) Las personas con ERC tiene 10 veces más riesgo que los individuos sanos a morir en un ataque al corazón o de un accidente vascular cerebral. La pérdida progresiva de la función renal conduce finalmente a insuficiencia renal terminal. Para que una persona con IRC pueda sobrevivir debe someterse a un trasplante de riñón o mantenerse con diálisis, ya sea Hemodiálisis o Diálisis Peritoneal. Tanto la Hemodiálisis como la Peritoneodiálisis forman parte del conjunto de prestaciones que se realizan en el contexto de la patología GES Insuficiencia Renal Crónica Terminal. El tratamiento se otorga a todos los pacientes con confirmación diagnóstica, quienes, además de las garantías de acceso, oportunidad y calidad, son sujetos de la garantía de protección financiera.