07/05/2014 18:53:24
La pequeña australiana Ebony Smith no pudo aceptar la idea de que sacrificaran a su gatito Tiger por falta de dinero para una operación.
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Sin duda, uno de los tesoros más preciados para los niños son sus juguetes. Pero para la pequeña Ebony Smith éstos no fueron más que una forma de salvar la vida de Tiger, su mejor amigo. Una tarde, el gato se le arrancó a la madre de la niña y, pese a que lo buscaron por todo el vecindario, apareció al otro día y con graves cortes en su área genital. Apenas lo vieron, las dos mujeres australianas corrieron al veterinario. Pero el profesional les dio una mala noticia: el gato necesitaba una intervención de manera urgente. Y eso no era todo, ya que la operación tenía un costo de 800 dólares, que la madre de Ebony no podía pagar. Fue en ese momento que Kelly, la mamá de la niña, empezó a considerar la alternativa de sacrificar al animal, tal como le había dicho el especialista. Pero Ebony se negó rotundamente. Con el fin de salvar la vida del animal, la niña decidió vender todos sus juguetes, logrando juntar más de 300 dólares, más los 200 que consiguió desprendiéndose de un trampolín. Así, entre madre e hija lograron juntar el dinero necesario y hoy Tiger espera recuperarse para volver a casa. El vínculo de Ebony y Tiger siempre ha sido muy fuerte. De hecho, cuando el gato era muy pequeño, la niña solía llevarlo al colegio y esconderlo en su escritorio para que no se quedara solo.
La pequeña australiana Ebony Smith no pudo aceptar la idea de que sacrificaran a su gatito Tiger por falta de dinero para una operación.
Sin duda, uno de los tesoros más preciados para los niños son sus juguetes. Pero para la pequeña Ebony Smith éstos no fueron más que una forma de salvar la vida de Tiger, su mejor amigo. Una tarde, el gato se le arrancó a la madre de la niña y, pese a que lo buscaron por todo el vecindario, apareció al otro día y con graves cortes en su área genital. Apenas lo vieron, las dos mujeres australianas corrieron al veterinario. Pero el profesional les dio una mala noticia: el gato necesitaba una intervención de manera urgente. Y eso no era todo, ya que la operación tenía un costo de 800 dólares, que la madre de Ebony no podía pagar. Fue en ese momento que Kelly, la mamá de la niña, empezó a considerar la alternativa de sacrificar al animal, tal como le había dicho el especialista. Pero Ebony se negó rotundamente. Con el fin de salvar la vida del animal, la niña decidió vender todos sus juguetes, logrando juntar más de 300 dólares, más los 200 que consiguió desprendiéndose de un trampolín. Así, entre madre e hija lograron juntar el dinero necesario y hoy Tiger espera recuperarse para volver a casa. El vínculo de Ebony y Tiger siempre ha sido muy fuerte. De hecho, cuando el gato era muy pequeño, la niña solía llevarlo al colegio y esconderlo en su escritorio para que no se quedara solo.