25/07/2013 17:59:29
Varios de los discípulos del desaparecido líder de la secta de Colliguay lo confirmaron en sus declaraciones entregadas durante la prisión preventiva que cumplen por su responsabilidad en la muerte de un lactante en un ritual.
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Ramón Castillo, autodenominado “Antares de la Luz”, le comunicó a sus seguidores que tras recibir un nuevo mensaje de su “ser interno” se había reprogramado el fin del mundo para el 21 de diciembre del 2017, y que por ello deberían trasladarse hasta Ecuador para esperar en ese país la tragedia. Los discípulos del líder de la secta de Colliguay lo confirmaron en las declaraciones entregadas en calidad de imputados por el sacrificio de un lactante de días de nacido, según publicó Emol. Según detallan la “revelación” fue entregada en el cerro Colliguay, donde la comunidad de Antares se instaló para esperar el último día del mundo. Durante el período previo a la fecha de la catástrofe (del 1 al 21 de diciembre) Castillo bebió ayahuasca y realizó ceremonias diarias. El resto lo hizo desde el 11, lo que provocó un estado de completa alteración de conciencia y voluntad. En la investigación a cargo del fiscal de Quilpué, Juan Emilio Gatica, durante este período los que acompañaron a Antares fueron: Natalia Guerra, además de Pablo Undurraga, David Pastén, Carolina Vargas, María del Pilar Álvarez, Karla Franchy, Josefina López y Francisca Ceroni. Todos ellos están en prisión preventiva, menos Ceroni, a quien se le imputó sólo el delito de encubridora. Una vez que la profecía inicial no se cumplió, Undurraga y Vargas abandonaron el grupo, por lo que Pastén se convirtió en la nueva “mano derecha” de Antares. La partida de Undurraga, el principal sostenedor de la comunidad, derivó en problemas económicos del grupo, obligando a abandonar la Quinta Región y trasladarse a una parcela más precaria en San Francisco de Mostazal. Allí permanecieron hasta febrero de este año, cuando el grupo se desintegró y su líder huyó a Perú, lugar donde se suicidó.
Varios de los discípulos del desaparecido líder de la secta de Colliguay lo confirmaron en sus declaraciones entregadas durante la prisión preventiva que cumplen por su responsabilidad en la muerte de un lactante en un ritual.

Ramón Castillo, autodenominado “Antares de la Luz”, le comunicó a sus seguidores que tras recibir un nuevo mensaje de su “ser interno” se había reprogramado el fin del mundo para el 21 de diciembre del 2017, y que por ello deberían trasladarse hasta Ecuador para esperar en ese país la tragedia. Los discípulos del líder de la secta de Colliguay lo confirmaron en las declaraciones entregadas en calidad de imputados por el sacrificio de un lactante de días de nacido, según publicó Emol. Según detallan la “revelación” fue entregada en el cerro Colliguay, donde la comunidad de Antares se instaló para esperar el último día del mundo. Durante el período previo a la fecha de la catástrofe (del 1 al 21 de diciembre) Castillo bebió ayahuasca y realizó ceremonias diarias. El resto lo hizo desde el 11, lo que provocó un estado de completa alteración de conciencia y voluntad. En la investigación a cargo del fiscal de Quilpué, Juan Emilio Gatica, durante este período los que acompañaron a Antares fueron: Natalia Guerra, además de Pablo Undurraga, David Pastén, Carolina Vargas, María del Pilar Álvarez, Karla Franchy, Josefina López y Francisca Ceroni. Todos ellos están en prisión preventiva, menos Ceroni, a quien se le imputó sólo el delito de encubridora. Una vez que la profecía inicial no se cumplió, Undurraga y Vargas abandonaron el grupo, por lo que Pastén se convirtió en la nueva “mano derecha” de Antares. La partida de Undurraga, el principal sostenedor de la comunidad, derivó en problemas económicos del grupo, obligando a abandonar la Quinta Región y trasladarse a una parcela más precaria en San Francisco de Mostazal. Allí permanecieron hasta febrero de este año, cuando el grupo se desintegró y su líder huyó a Perú, lugar donde se suicidó.